domingo, 31 de octubre de 2010

LA SEMILLA DE LA MOSTAZA


" LA SEMILLA DE LA MOSTAZA "
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La esposa de un rico comerciante estaba muy apenada por la perdida de su único hijo, un niño que acababa de morir, cuando empezaba a andar.  En su pena la Sra Gantami llevaba al niño muerto a todos los vecinos de  Kapilavastu, pidiéndoles una medicina. Al verla, la gente sacudía la cabeza con tristeza, pues se apiadaban de ella.

" ¡ Pobre mujer !" dijo un desconocido que miró los ojos del niño  y vio que estaba muerto, " la pena le ha hecho perder el sentido." A este niño ya no le pueden ayudar las medicinas, pero le digo, yo, conozco a un médico que puede darte lo que necesitas. Por favor  señor dígame donde puedo encontrar ese médico. Buena mujer, ve a ver shakyamuni, que reside ahora en el parque Bania.

Acudió a toda prisa ante el Perfecto, y le dijo. ¡ Reverendo  Señor, dame la medicina que curará a mi hijo ! le dijo llorando.  El  Señor de la compasión le dijo, ha hecho bien en venir aqui  a buscar esa medicina.  Ve a la ciudad y consigue un puñado de semillas de mostaza, le dijo el Perfecto, añadiendo después:  las semillas de mostaza deberán cogerse de una casa en la que nadie haya perdido un niño, esposo, padre, o amigo.

¡Si Señor exclamó la Sra.!  ¡ Conseguiré las semillas de mostaza enseguida !. La pobre señora Gantami fue de casa en casa con su petición, y la gente apiadandose de ella le decía:  Aquí tienes las  semillas de mostaza, coge todas las que quieras. Entonces la Sra Gantami les preguntaba : ¿ Ha muerto en su familia algún hijo o hija, padre o madre, o algún amigo, esposo o esposa ?  ¡ Ay los vivos son pocos, pero los muertos muchos. ¡ No nos recuerde nuestras penas más profundas !.

Y no hubo ninguna casa en la que no hubiera muerto algún pariente, algún ser querido.  Fatigada y con la esperanza perdida, se sentó al lado del camino, observando apenada las luces de la ciudad que parpadeaban encendiendose y volviéndose a apagar.  Y  finalmente, las sombras profundas de la noche sumergieron el mundo en la oscuridad.  Considerando el destino de los seres humanos, el hecho de que sus vidas se encienden para volverse a extinguir, la desconsolada madre comprendió de pronto que el Reverendo, en su compasión por ella la había enviado para que comprendiera la verdad.

¡Que egoista soy en mi pena ! pensó " la muerte es universal " dejando a parte el egoísmo de su afecto por su hijo, tomo el cuerpo muerto del niño y lo puso sobre un montón de flores silvestres.  Hijito le dijo tomando la mano del niño.  Pensaba que la muerte sólo te había sobrevenido a ti, no es a ti sólo, pues  es común a todas las gentes.

Gantami regreso  ante el Reverendo, y este le dijo, conseguiste la semilla, eso Señor, ya ha pasado, concédeme tu apoyo. Dijo el Reverendo buena mujer, la vida de los mortales en este mundo se ve perturbada y es breve, e inseparable del sufrimiento. Pues no hay ningún medio, ni lo habrá nunca, por el que los que han nacido puedan evitar la muerte.  Todos los seres son de tal naturaleza que deben morir, alcancen o no la vejez.

DESCANSEN EN PAZ TODOS LOS DIFUNTOS.

3 comentarios:

  1. Muy acertado tú relato. ¿QUIEN NO HA PERDIDO A ALGÚN SER QUERIDO? Besos Maruja.

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  2. Pienso lo mismo, todos hemos perdido a seres muy queridos, que siempre estarán con nosotros, y su recuerdo será inolvidable, besos.

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  3. Muy profundo el relato, pensamos que la muerte solo pasa, a otras personas, hasta que llega a nuestra familia.
    Se nos van los que más queremos, entonces nos damos cuenta lo cerca que está la vida y la muerte.
    Besos Nieves.

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