FRASES CÉLEBRES

Las gentes que tienen prisa por hablar no tienen la mayoría de las veces nada que decir.

Lo antiguo es una especie de aristocracia que no se logra facilmente.

Nada puede reemplazarse por la sencilla razón de que nada se parece.

La única manera de obrar bien en el mundo es estar con él, sin ser de él.

¡Cuántas gentes, como los perros, parecen buscar un amo!

La juventud debería ser una caja de ahorros para el futuro.

Los años no nos hacen sabios, sino viejos.

Cuando ya se es vieja, todavía es á los viejos á quienes se gusta menos.

La muerte en muchas ocasiones deja vacío más sitio del que ocupó en vida.

En el siglo en que vivimos, lo ímposible pierde terreno diariamente

Los corazones verdaderamente enfermos pierden antes que nada la palabra.

Hoy día se lee todo menos los libros.

Las faltas no solamente se suceden sino que se engendran.

Hay preguntas tan indiscretas que no merecen la verdad ni la mentira.

Una sola cosa he temido siempre y es el triunfo de alguien; amo la victoria
pero no el triunfo.

El corazón tiene siempre el derecho de gracia.

Por medio del ingenio nos divertimos, pero sólo por el corazón no nos aburrimos.

¿Que es necesario para ser indulgente? Mucho buen sentido y una gota de
piedad en el corazón.

El ideal de la amistad es ser generoso con las otras personas.

Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez
concienzuda.

El juego cumple una alta misión moral, sirve para arruinar a los idiotas.

Un amigo es como un trébol de cuatro hojas, es dificil de encontrar y da buena suerte.

El que busca un amigo sin defectos, se queda sin amigos.