viernes, 18 de marzo de 2011

LATIF EL PORDIOSERO

             

"LATIF EL PORDIOSERO"
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Cada día se recostaba debajo de un árbol distinto, con la mano extendida y la mirada perdida en sus pensamientos. Cada tarde comía de la limosna o de los mendrugos que alguna persona caritativa le acercaba.
Sin embargo, a pesar de su aspecto y de la forma de pasar sus dias, Latif era considerado por todos, el hombre más sabio del pueblo, quizás no tanto por su inteligencia, sino por todo aquello que había vivido.
Una mañana soleada el rey en persona apareció en la plaza. Rodeado de guardias caminaba entre los puestos de frutas y baratijas buscando nada.
Riéndose de los mercaderes y de los compradores, casi tropezó con Latif, que dormitaba a la sombra de una encina. Alguien le contó que estaba frente al más pobre de sus súbditos, pero también frente a uno de los hombres más respetados por su sabiduría.
El rey, divertido, se acercó al mendigo y le dijo:
- “Si me contestas una pregunta te doy esta moneda de oro.”

Latif lo miró, casi despectivamente, y le dijo:- “Puedes quedarte con tu moneda, para qué la querría yo? ¿Cuál es tu pregunta?
Y el rey se sintió desafiado por la respuesta y en lugar de una pregunta banal, se despachó con una cuestión que hacía días lo angustiaba y que no podía resolver. Un problema de bienes y recursos que sus analistas no habían podido solucionar.La repuesta de Latif fue justa y creativa.
El rey se sorprendió; dejó su moneda a los pies del mendigo y siguió su camino por el mercado, meditando sobre lo sucedido.
Al día siguiente el rey volvió a aparecer en el mercado. Ya no paseaba entre los mercaderes, fue directo a donde Lafit descansaba, esta vez bajo un olivar. Otra vez el rey hizo una pregunta y otra vez Latif la respondió rápida y sabiamente. El soberano volvió a sorprenderse de tanta lucidez. Con humildad se quitó las sandalias y se sentó en el suelo frente a Latif.
- “Latif te necesito,” le dijo. “Estoy agobiado por las decisiones que como rey debo tomar. No quiero perjudicar a mi pueblo y tampoco ser un mal soberano. Te pido que vengas al palacio y seas mi asesor. Te prometo que no te faltara nada, que serás respetado y que podrás partir cuando quieras… por favor.”
Por compasión, por servicio o por sorpresa, el caso es que Latif, después de pensar unos minutos, aceptó la propuesta del rey.
Esa misma tarde llegó Latif al palacio, en donde inmediatamente le fue asignado un lujoso cuarto a escasos doscientos metros de la alcoba real.
En la habitación, una tina de esencias y con agua tibia lo esperaba
Durante las siguientes semanas las consultas del rey se hicieron habituales.

Todos los días, a la mañana y a la tarde, el monarca mandaba llamar a su nuevo asesor para consultarle sobre los problemas del reino, sobre su propia vida o sobre sus dudas espirituales.
Latif siempre contestaba con claridad y precisión.El recién llegado se transformó en el interlocutor favorito del rey. A los tres meses de su estancia ya no había medida, decisión o fallo que el monarca no consultara con su preciado asesor.
Obviamente esto desencadenó los celos de todos los cortesanos que veían en el mendigo-consultor una amenaza para su propia influencia y un perjuicio para sus intereses materiales.
Un día todos los demás asesores pidieron audiencia con el rey. Muy circunspectos y con gravedad le dijeron.- “Tu amigo Latif, como tú llamas, está conspirando para derrocarte.”
- “No puede ser” dijo el rey. “No lo creo.
- “Puedes confirmarlo con tus propios ojos,” dijeron todos. “Cada tarde a eso de las cinco, Latif se escabulle del palacio hasta el ala Sur y en un cuarto oculto se reúne a escondidas, no sabemos con quién. Le hemos preguntado a dónde iba alguna de esas tardes y ha contestado con evasivas. Esa actitud terminó de alertarnos sobre su conspiración.”

El rey se sintió defraudado y dolido. Debía confirmar esas versiones.
Esa tarde a las cinco, aguardaba oculto en el recodo de una escalera.
Desde allí vio cómo, en efecto, Latif llegaba a la puerta, miraba hacia los lados y con la llave que colgaba de su cuello abría la puerta de madera y se escabullía sigilosamente dentro del cuarto.
- “Lo visteis” gritaron los cortesanos, “lo visteis?”Seguido de su guardia personal el monarca golpeó la puerta.- “¿Quién es?” dijo Latif desde adentro.
- “Soy yo, el rey,” dijo el soberano. “Ábreme la puerta.”

Latif abrió la puerta.
No había nadie allí, salvo Latif.
Ninguna puerta, o ventana, ninguna puerta secreta, ningún mueble que permitiera ocultar a alguien.
Sólo había en el piso un plato de madera desgastado, en un rincón una vara de caminante y en el centro de la pieza una túnica raída colgando de un gancho en el techo.
- “¿Estás conspirando contra mi Latif?” pregunto el rey.- “¿Cómo se te ocurre, majestad?” contesto Latif. “De ninguna forma, ¿por qué lo haría?

- “Pero vienes aquí cada tarde en secreto. ¿Qué es lo que buscas si no te ves con nadie? ¿Para qué vienes a este cuchitril a escondidas?”
Latif sonrió y se acercó a la túnica rotosa que pendía del techo. La acarició y le dijo al rey:
- “Hace sólo seis meses cuando llegué, lo único que tenía eran esta túnica, este plato y esta vara de madera” dijo Latif. “Ahora me siento tan cómodo en la ropa que visto, es tan confortable la cama en la que duermo, es tan halagador el respeto que me das y tan fascinante el poder que regala mi lugar a tu lado… que vengo cada día para estar seguro de no olvidarme de QUIÉN SOY Y DE DÓNDE VINE”.

"MORALEJA"
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ASÍ ES:
NUNCA DEBEMOS OLVIDAR QUIENES SOMOS Y DE DONDE VENIMOS, LA VIDA DA MUCHAS VUELTAS Y PODEMOS REGRESAR SIEMPRE AL MISMO LUGAR!!

domingo, 6 de marzo de 2011

UN GRAN HOMBRE.

                                                                          

"UN GRAN HOMBRE"
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Los hombres se caracterizan por ser el sexo fuerte. Aunque muchas veces caen por debilidad.
Un día que lloraba en mi habitación. Con mucha nostalgia, alguien se me acercó y me preguntó el motivo de mi tristeza. Escuché por horas, pero hubo una frase tan especial esa tarde, que hasta el día de hoy la recuerdo cada mañana y me llena de fuerza. Me dijo acariciándome el rostro:

"Enamórate de un GRAN HOMBRE y no volverás a llorar". Me pregunté tantas veces, cuál era la fórmula exacta para llegar a conocer a ese "GRAN HOMBRE" y no dejarme engañar por las pequeñeces. Con el paso de los años descubrí que si tan sólo todos los hombres lucharan por ser grandes de espíritu,  grandes de sentimientos y grandes de corazón. ¡El mundo sería completamente distinto!

Aprendí que un GRAN HOMBRE...no es aquel que compra todo lo que desea, pues son tantos los que han comprado con regalos el cariño y el respeto de quienes les rodean.  Alguien me decía: " No te enamores de un hombre que sólo hable de sí mismo, de sus problemas, sin preocuparse por ti... enamórate de un hombre que se preocupe de tí, que sepa tus fortalezas, tus ilusiones, que conozca tus tristezas y te ayude a superarlas.

" No creas en las palabras de un hombre cuando sus actos digan lo contrario". Aleja de tu vida a un hombre cuando éste no construya contigo un mundo mejor...él jamás se irá de tu lado porque eres su fuente de energía. Huye de un hombre enfermo emocionalmente, son como el cáncer, matarán todo lo que hay en ti( emocional, mental, física, social y económicamente) " No le pongas atención a aquel hombre que no sea capaz de expresar sus sentimientos, que no te ame sanamente.

No te aferres a un hombre que no sea capaz de reconocer tu belleza interior y exterior y tus cualidades morales. No dejes entrar en tu vida a un hombre al que le tengas que adivinar lo que quiere, porque no es capaz de decirlo abiertamente. No te enamores de un hombre que al conocerlo, tu vida se ha convertido en un problema para resolver y no algo para disfrutar.

"No creas en un  hombre que tiene carencias afectivas de la infancia y que trata de llenarlas con la infidelidad, culpándote cuando su problema no eres tu, sino él porque no sabe que quiere de su vida, ni cuales son sus prioridades" ¿Por qué querer a un hombre que te abandonará si no eres como el quiere que seas, o si ya no le "eres útil"?¿ Por qué querer a un hombre que te cambiará por un cabello o un color de piel distinto, o por un cuerpo más esbelto?

¿Por qué querer a un hombre que no supo admirar la belleza que hay en ti, la verdadera belleza...la del corazón?¿ Cuántas veces se ha dejado llevar por la superficialidad de las cosas, haciendo a un lado a quien realmente le entrega su sinceridad e intregridad y dándole importancia a quien no valora  tu esfuerzo? Me costó trabajo comprender que un "gran hombre" no es el que llega más alto, ni el que tiene más dinero, casa, coche, ni quien vive rodeado de mujeres,( ni mucho menos el más guapo)

Un gran hombre, es aquel ser humano transparente, que no se refugia en cortinas de humo, es aquel que abre su corazón sin rechazar la realidad, es quien admira a una mujer por sus cimientos morales y gradeza interior. Un gran hombre, es el que camina de frente, sin bajar la mirada; es aquel que no miente aunque a veces pierda por decir la verdad...y sobre todo, un gran hombre es el que sabe llorar su culpa sin escapar a ella...

Un gran hombre es el que cae y tiene la suficiente fortaleza para levantarse y pedir perdón y seguir luchando... Ese GRAN HOMBRE es quien simplemente nunca te hará llorar...es quien en lugar de lágrimas te roba sonrisas...sonrisas por lo que habeis logrado juntos, por los triunfos alcanzados, por sus recuerdos lindos y por aquellos recuerdos tristes que se supieron superar, por cada alegría que compartes y por los hijos y nietos que llenan tus vidas.

Ese GRAN HOMBRE es quien daría lo que fuera por ti sin pedir nada a cambio... Ese GRAN HOMBRE es el que te quiera por lo que eres, por tu corazón y por lo que sois cuando estais juntos.¡Hay que aprender a ser uno de esos GRANDES HOMBRES, para que vivan el paso de los años de la mano de una GRAN MUJER y nada ni nadie los pueda vencer!

Para todas mis amigas "MUJERES" para que sepan escoger a ese GRAN HOMBRE que la suerte tiene reservado para ellas.

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A TODOS MIS SEGUIDORES Y VISITANTES, GRACIAS POR ESTAR AHÍ. UN ABRAZO, ANTONIA.